La historia gira entorno a una chica de quince años que, inesperadamente, comienza a sufrir ataques psicológicos inexplicables, y fuera de lo común. Tras visitar varios consultorios médicos, y sin ninguna respuesta lógica aparente, la adolescente decide embarcarse en el mundo de la religión y lo sobrenatural para solucionar su sombrío problema.
Es evidente, desde el inicio, que la película cuenta con bajo presupuesto. La imagen, el audio, la música y los efectos semejan más a una película independiente que a una superproducción. Aún así, es un largometraje que cierra de todos lados. El director supo recrear bien los ambientes y los planos para que el espectador se sienta más cómodo al momento de entrar a la historia.
Es increíble como la primer escena logra captar el interés del espectador. Perfectamente bien filmada y actuada logra engancharnos y conducirnos a lo largo de una hora y cuarenta minutos repletos de flashbacks y altibajos adecuados. La banda sonora acompaña de buena forma, más allá de algunos momentos puntuales.
Supera ampliamente a "El Último Exorcismo" y no tiene nada que envidiarle a "El Rito".
Mi calificación: ***. Buena.
